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CROP CIRCLES

¿Quienes son los autores
de los agroglifos?

Si hemos comprendido que los agroglifos son mensajes, o señales, enviados por seres inteligentes desconocidos por el hombre, y dirigidos al hombre, a todos los hombres, la cuestión de la identidad de sus autores es obviamente esencial, y la cuestión del sentido de estos mensajes es aún más fundamental.

Los seres inteligentes inmateriales con la capacidad de desmaterializarse pueden ser designados como seres espirituales, o para emplear otro lenguaje, seres viviendo en otra dimensión, o en otro plano.

Dos categorías de agroglifos...
y dos categorías de autores

Dos agroglifos de tipo muy diferente a los descritos anteriormente han aparecido en Inglaterra estos últimos años.

Figura y mensaje de Chibolton - Chibolton - Agosto del 2001
Foto © Lucy Pringle
Mensaje de Chibolton - Chibolton - Agosto del 2001
Foto © Lucy Pringle

El primero aparecido en el año 2001 al pie del observatorio astronómico de Chibolton, está en dos partes: la primera es la representación de una cara «humanoïde», y la otra es un rectángulo que contiene un encasillado de puntos, llamado mensaje de Chibolton (del nombre del observatorio) (fotos 1 y 2). Pudo descifrarse este mensaje fácilmente cuando se vió que el agroglifo se asemejaba mucho a la representación visual del mensaje enviado por un equipo de astrónomos investigadores en 1974, y con destino a estrellas alejadas, en el marco de un programa de investigación sobre la existencia de otras inteligencias en el universo. Este programa americano: el SETI (Search for Extra Terrestrial Inteligences, o búsqueda de inteligencias extraterrestres), fué dirigido por Carl Sagan. Enviaron un mensaje codificado en forma de ondas electromagnéticas con el telescopio de Arecibo (Puerto Rico).

Comparación de los mensajes de Arecibo (1974) y de Chibolton (2001)
Representación visual del mensaje enviado por el hombre desde Arecibo (1974)

Cuando se representa este mensaje en forma visual (foto 3), nos damos cuenta en efecto de que su estructura es muy similar a la del mensaje descubierto en el campo de Chibolton (foto 4), lo que indica que el código utilizado es el mismo. Pero aparecen diferencias, que permiten considerar que el mensaje de Chibolton constituye una «respuesta» al mensaje de Arecibo. Al conocer el código de estos mensajes, la respuesta pudo ser descifrada.

De la misma forma que el hombre «se presentaba» a él mismo en el mensaje enviado a Arecibo en 1974, el autor de este agroglifo dio algunas indicaciones sobre su identidad en el mensaje recibido en Chibolton en 2001. Pero estas indicaciones son obviamente propensas a debate, y no dan una respuesta explícita (véase la propuesta de interpretación más abajo).

Una interpretación del mensaje de Chibolton (2001)

Los mensajes de Arecibo y Chibolton se leen de arriba abajo.

  • En la línea superior, se indican las cifras de 1 a 10 expresadas en código binario. Esta línea es idéntica en los dos mensajes.
  • Abajo figuran, en el mensaje de Arecibo, los números atómicos de los elementos principales que constituyen el ADN del cuerpo humano, es decir el hidrógeno, el oxígeno, el carbono, el nitrógeno y el fósforo. Una primera diferencia aparece en la respuesta de Chibolton: el elemento Silicio ha sido añadido, significando que el autor de esta respuesta posee también silicio en su ADN, además de los mismos elementos que nosotros.
  • Más abajo figuran, sobre cuatro líneas, las fórmulas químicas de los nucleótidos que constituyen la base del ADN humano. Las mismas fórmulas moleculares aparecen en el mensaje-respuesta, lo que muestra que la constitución física de sus autores es verdaderamente muy cercana de la de los seres humanos.
Comparación de los mensajes de Arecibo (1974) y de Chibolton (2001)
  • Más abajo encontramos un esquema simplificado de la molécula de ADN, con el número de nucleótidos básicos que la constituyen. En la respuesta, se ve fácilmente que la molécula correspondiente de los autores está más compleja.
  • Por debajo, en el centro, la representación de la silueta de un ser humano con, a la derecha, la estatura media (1,74 m) y, a la izquierda, la población mundial en 1974 (4,29 mil millones). En el mensaje respuesta, se descubre la silueta de un ser representado con una gran cabeza, de estatura pequeña (1,01 m), y la población correspondiente parece ser de 21,3 mil millones.
  • Más abajo tenemos, en el mensaje de Arecibo, una representación del sistema solar con el sol (a la derecha) y sus nueve planetas. El tercer planeta (a partir del sol) está desplazado para indicar que los seres humanos autores del mensaje viven en este planeta: la Tierra. Los cuatro planetas siguientes, que son planetas gigantes, están representados con mayores dimensiones.

En el mensaje respuesta de Chibolton, tenemos también una estrella con sus nueve planetas, con lo que dan entonces una información sobre el sistema estelar ocupado por los autores del mensaje, ¡pero el código utilizado (elegido por los hombres) no había previsto dar más precisión! Nos encontramos enfrentados a esta coincidencia de que este sistema estelar posee el mismo número de planetas que nuestro propio sistema solar: ¿es significativa esta coincidencia? Propongo la hipótesis de trabajo siguiente, aunque pueda parecer extravagante: que los dos sistemas pudieran ser el mismo. Según esta hipótesis, el autor estaría entonces presente sobre los planetas desplazados: número tres (la Tierra), cuatro (Marte) y cinco (Jupiter). Pero este quinto planeta no está representado simplemente como en el mensaje inicial de Arecibo. Tenemos aquí un conjunto de cuatro «puntos», que hacen pensar en los cuatro satélites de Jupiter. Ahora bien, resulta precisamente que el planeta Jupiter es un planeta gaseoso, por lo tanto impropio para una vida material, y que posee cuatro satélites principales de naturaleza telúrica (que Galileo había observado el primero con ayuda de su telescopio). En realidad posee un gran número de otros satélites, pero de tamaño más pequeñno. Esta representación de lo que podrían ser los cuatro satélites principales de Jupiter tiende a dar un poco más de peso a la hipótesis anterior.

Agroglifo que representa una antena - Chibolton - Agosto del 2000
Foto © Lucy Pringle
  • En la parte baja del mensaje de Arecibo, encontramos una representación esquemática del telescopio que fué utilizado para la emisión de la señal (vemos en el centro la fuente de la señal, la cual reflexiona simétricamente por el espejo hacia abajo), con sus características geométricas.

En la parte baja del mensaje de Chibolton, podemos suponer que vamos a encontrar una representación del instrumento que fue utilizado para la emisión del mensaje. Ahora bien, ¡los especialistas están de acuerdo en ver en esta representación una copia (simplificada) del agroglifo aparecido el año anterior (en el 2000)... al pie del mismo telescopio de Chibolton (fotos 5 y 6)! Podemos ver en este agroglifo del año 2000 una antena, representada por una imagen fractal: el círculo central se divide en dos círculos a la derecha y a la izquierda; luego cada uno de ellos se divide de nuevo en dos, y así sucesivamente, terminando a cada vez en tres puntos de suspensión... como un haz electromagnético que se divide progresivamente y se difunde en el espacio hasta el infinito.

La antena del observatorio y el agroglifo que representa una antena - Chibolton  - Agosto del 2000

Pero el hecho de que esta antena, que logicamente debería ser el instrumento con el cual se envió el mensaje de Chibolton, se sitúa al pie del observatorio, podría entonces querer decir que el mensaje ha sido enviado desde allí mismo, es decir que el autores está presente allí mismo, o dicho de otra manera: ¡que está entre nosotros! ¡Esta conclusión, que parece extravagante, es en cualquier caso coherente con la interpretación de la línea anterior del mensaje, según la cual el autor estaría presente sobre la Tierra!

Está claro que este razonamiento es perfectamente discutible y no constituye de ningún modo una demostración, pero presenta la ventaja de ser coherente. Tiende a mostrar que el autor del mensaje de Chibolton es un ser de tipo humanoide (véase la cara asociada al mensaje) pero dotado de un cuerpo de pequeña estatura y de una cabeza grande (con relación al hombre). Pero su civilización podría estar presente en varios planetas de nuestro sistema solar (¡entre los cuales la Tierra!). Su cuerpo seguramente no tendría la misma densidad que el nuestro puesto que realizó este agroglifo al pie del observatorio sin haber sido visto: tendría entonces la capacidad de volverse invisible, es decir de desmaterializarse... ¿Ciencia ficción o realidad? El agroglifo de Chibolton en cualquier caso fué bien real.

Traducción del mensaje de Crabwood (2002)

Figura y mensaje de Winchester - Pitt, cerca de Winchester - Agosto del 2002
Foto © Lucy Pringle
Figura y mensaje de Winchester - Pitt, cerca de Winchester - Agosto del 2002
Foto © Lucy Pringle

El segundo agroglifo de tipo diferente apareció en el 2002 en Crabwood, cerca de la ciudad de Winchester, en la misma región que el anterior. Representaba también un rostro pero de un tipo diferente (tipo alien), asociado a un disco en el cual estaba como «impreso» un mensaje (fotos 7, 8 y 9). Se ven en efecto una serie de «puntos» ajustados sobre una espiral, lo que inevitablemente hace pensar en un disco compacto que contiene informaciones impresas sobre una pista de lectura. Pudo descifrarse este mensaje fácilmente ya que pareció ser la traducción en ASCII (lenguaje informático) de un texto escrito en inglés. Este texto no proporciona tampoco respuesta explícita sobre la identidad de su autor, pero el rostro asociado indicaría que el autor sería un ser «extraterrestre» de tipo diferente del hombre, y diferente del autor del mensaje de Chibolton.

Debemos comprender que este agroglifo es el primero y el último de este tipo hasta la fecha. Es el único que contiene un mensaje escrito en una lengua humana: inglés transcrito en código ASCII.

Una vez traducido al francés, obtenemos: «Desconfíen de los portadores de falsos regalos y de las promesas no mantenidas. Mucha pena pero aún están a tiempo. Crean. Hay cosas buenas allá. Nos oponemos al engaño.»

Este mensaje enigmático quiere incitarnos a la prudencia, al discernimiento, y a no ceder a las ilusiones...

Estos dos agroglifos son totalmente originales y absolutamente únicos: no solamente son los dos únicos que representan un rostro entre los miles de formaciones observadas hasta ahora; sino que también son los dos únicos que contienen un mensaje explícito con informaciones inteligible dirigida al hombre..

Mensaje de Winchester - Pitt, cerca de Winchester - Agosto del 2002
Foto © Lucy Pringle

Además esto podría hacernos sospechar una superchería humana, pero es importante observar que el mensaje de Chibolton por ejemplo se realizó casi bajo las ventanas del observatorio en el cual trabajan permanentemente un gran número de meteorologos, y en un campo cuyo acceso está prohibido.

Por otra parte, las técnicas de expresión utilizadas tanto en el primer mensaje (encasillado de puntos dentro de un rectángulo) como en el segundo (puntos alineados en espiral dentro de un círculo) son totalmente originales. Algunas formaciones de los últimos años representan también un disco con una serie de puntos, pero en estos casos siguen siendo una representación puramente geométrica, sin ningún contenido explícito o mensaje cifrado.

En cambio, los miles de agroglifos que se han observado desde principios de los años 1990 (cuando los autores superaron la fase de círculos y segmentos) tienen una relación a menudo evidente con la geometría sagrada, o con el simbolismo esotérico, o con teorías matemáticas o físicas, etc. pero no contienen ningún mensaje explícito e inteligible como en los dos casos anteriores.

Los agroglifos pueden ser así clasificados en dos categorías bien distintas: pensamos pues que los autores de los agroglifos auténticos pueden clasificarse también en dos categorías diferentes (por lo menos).

Los autores de los dos agroglifos de tipo mensaje codificado

En los dos mensajes cifrados, el primero describe un ser de pequeño tamaño (un metro aproximadamente) con una grande cabeza, y el segundo muestra una cara de tipo muy diferente del hombre. Eso nos lleva a pensar que sus autores tienen un cuerpo, al igual que nosotros, pero que es diferente al cuerpo del humano. Estas observaciones nos hacen pensar que se presentan a ellos mismos como seres extraterrestres de tipo humanoide, según la terminología habitual.

Parecería entonces que estos dos agroglifos tienden a hacernos entender que dos civilizaciones extraterrestres diferentes se han manifestado al menos una vez sobre la Tierra, y estarían presentes entre nosotros. Dos civilizaciones evidentemente más avanzadas que la nuestra, cuyos representantes vivirían en otra dimensión que la nuestra, y que serían capaces de volverse invisibles para nosotros.

Un estudio más profundo de este mensaje de Chilbolton nos lleva sin embargo a conclusiones muy diferentes. Las indicaciones contenidas en este mensaje son de dos tipos aparentemente contradictorios: por un lado, la constitución del cuerpo físico del autor es muy cercana a la del cuerpo humano, lo cual nos lleva a considerar que el autor pertenecería de cierta manera a nuestra especie humana; por otro lado, varias indicaciones como el que el autor parece estar presente en tres planetas, la población total, y la pequeña talla del autor, parecen diferenciarlo completamente de la especie humana.

Estas indicaciones aparentemente contradictorias pueden ser conciliadas si las vemos a la luz de conocimientos esotéricos (prácticamente ignorados) acerca de la naturaleza humana, y en particular sobre el proceso de antropogénesis (aparición del hombre sobre la Tierra y su evolución). Llegados a este punto, y a la vista de la correspondencia perfecta entre estas indicaciones y los antiguos conocimientos sobre la naturaleza humana, se impone la interpretación según la cual el autor de Chilbolton pertenece realmente a nuestra especie humana, distinguiéndose al mismo tiempo de ella al haber conseguido un muy alto nivel de evolución. Las indicaciones del mensaje permiten incluso realizar un retrato sorprendentemente preciso.

Esta interpretación, que necesita entonces la adquisición previa de conocimientos esotéricos muy antiguos no puede ser presentada en el cuadro limitado de la presente página web. Está desarrollada en el libro «Crop Circles: la revelación de Chilbolton».

Esta interpretación inédita, al principio sorprendente, está sostenida por la coherencia perfecta del conjunto de las indicaciones. Tiene un alcance considerable y nos lleva a tener una mirada nueva sobre la naturaleza humana.

Pero debemos tener presente a nuestra mente la distinción entre estos dos agroglifos únicos y excepcionales, y los miles otros agroglifos pertenecientes a la otra categoría.

Los autores de los miles de agroglifos geométricos

Volvamos a plantear el problema: hemos visto que los agroglifos son la obra de seres inteligentes e inmateriales, presentes entre nosotros. Ahora bien, el hombre moderno no tiene conocimiento de que tales seres estén presentes sobre la Tierra puesto que para él, los únicos seres vivos que viven en este planeta son la multitud de seres que componen el mundo animal y los seres humanos ellos mismos. De ellos los hombres son los únicos seres dotados de una inteligencia y de una conciencia. Es lo que todos hemos aprendido con la educación que hemos recibido.

Esta es la razón por la que, cuando nos preguntamos sobre la identidad de los autores de los agroglifos, llegamos naturalmente a imaginar que estos seres inteligentes e inmateriales vienen de otra parte, vienen del espacio, de ahí la hipótesis generalmente propuesta de su origen extraterrestre. Por otra parte, la existencia de los dos mensajes cifrados de Chibolton y de Winchester viene efectivamente a reforzar esta hipótesis, y la mayoría de la gente piensa entonces que los autores buscados son creaturas muy evolucionadas, originarias de otro sistema estelar.

Fotografía de un ser elemental
Foto © Maryse

Antaño, sin embargo, los hombres conocían la existencia de seres espirituales sobre la Tierra. Nuestros ancestros conocían en efecto los seres que la tradición judeo-cristiana llama ángeles, arcángeles y toda la jerarquía espiritual, que se describen como seres más evolucionados que el hombre. Conocían también la existencia de los seres elementales, llamados a veces seres de la naturaleza ya que son los responsables de las fuerzas de la naturaleza, del crecimiento de las plantas por ejemplo. Pero nuestra civilización moderna que se caracteriza por el predominio del intelecto y el reino de la racionalidad, por un desarrollo tecnológico que aumenta exponencialmente y un apego cada vez creciente a los bienes materiales, nos hizo perder toda sensibilidad a las cosas sutiles, nos hizo perder el sentido de la intuición, y nos hizo olvidar estos conocimientos que pasaron al rango de mitos y leyendas. Sin embargo todas esas leyendas forman parte de la historia antigua de todos los pueblos, bajo todas las latitudes, y sabemos que siempre hay una parte de realidad subyacente en todas esas leyendas.

Fotografía de un ser elemental
Foto © Maryse

Además, algunos de nosotros, los que han sido dotados de una cierta sensibilidad al mundo sutil, los médiums, los clarividentes y sobre todo los niños pequeños, tienen la capacidad de percibir, o incluso de ver los seres elementales de la naturaleza en particular (13-14-15). Resulta también que las personas capaces de verlos (y solamente ellas) son naturalmente capaces de fotografiarlos (fotos 10 y 11) y pueden así aportar elementos de prueba a los demás (a condición por supuesto de poder descartar sin duda alguna todo fraude).

Y, aunque este tema es poco conocido, son muy numerosas los testimonios de escenas en las cuales se manifiesta una presencia externa, para salvarnos de un peligro inminente por ejemplo, o durante una experiencia en las fronteras de la muerte (NDE) (16). Se habla en estos casos de nuestro ángel de la guarda.

Los hombres no son los únicos seres inteligentes en el universo – hoy en día esta idea es cada vez más tomada en consideración por los científicos – pero tampoco son los únicos seres inteligentes sobre la Tierra (17), aunque esta idea todavía es contraria a la opinión general. Pensamos que la hipótesis de un origen terrestre de los agroglifos, es decir que serían las obras de seres espirituales ligados a la Tierra y presentes entre los hombres, merece y debe ser explorada. Esta hipótesis se basa en los conocimientos que poseían nuestros ancestros de esos seres espirituales, y ha sido completada por obras contemporáneas que hablan del tema y de testimonios actuales.

La respuesta a la pregunta: «¿qué seres espirituales se manifiestan en los agroglifos?» nos pide sobre todo tener un conocimiento suficientemente amplio del mundo espiritual. Ahora bien hay que reconocer que el hombre moderno tiene muy pocos conocimientos sobre este mundo, desde que perdió sus capacidades de percepción directa..

La jerarquía de los seres espirituales sobre la Tierra

Según la historia de las religiones así como según los filósofos espirituales contemporáneos (17-18-19), los ángeles, los arcángeles, etc. son guías espirituales para los hombres y la humanidad. Estos seres angélicos no se manifiestan materialmente a nosotros (no son materiales) y por eso no los percibimos. Se manifiestan directamente a nuestro espíritu, durante nuestro sueño en particular, de manera inconsciente para nosotros. Por ejemplo, cada uno de nosotros está acompañado durante su existencia por un ángel (por un guía) que le es propio – el ángel guardián – cuya presencia se puede a veces presentir en los momentos claves de nuestra vida. Son más evolucionados que el hombre, y existe una jerarquía entre los ángeles, los arcángeles, etc. Podemos hacernos una idea de estos seres imaginándolos como entidades «perfectas», que han desarrollado todas las cualidades nobles, y que están al servicio de la humanidad. Esta idea de jerarquía – hombres, ángeles, arcángeles, etc. – requiere entonces un concepto de evolución.

Del mismo modo que existen seres que pertenecen a la jerarquía superior (superior al hombre) sobre la escala de la evolución, como los ángeles y arcángeles, existen también seres situados más bajo en esta escala, son menos evolucionados que los hombres y se llaman seres elementales (19-20-21). Se les llama así porque están ligados a uno u otro de los elementos que son la tierra, el agua, el aire y el fuego, y que constituyen nuestro mundo. «Es como si tuvieran sus dominios, sus territorios, en esos elementos, mientras que el dominio del hombre es el planeta entero. Así como el ser humano está «en su casa» en el universo, los seres elementales tienen su territorio en uno de los elementos nombrados.» (18)

Este mundo de los seres elementales es muy complejo, la variedad muy grande de nombres que se les dieron ya lo desmuestra: todo el mundo ha podido leer cuentos de hadas, duendes, faunos, enanos, gnomos, elfos, ondinas, silfos, etc. Podemos hacernos una idea de ellos imaginándolos como espíritus puros al servicio de la naturaleza. Unos se encargan del crecimiento de las plantas, otros de armonizar un lugar, otros tienen como misión la de guiar a los pájaros o a los insectos en sus desplazamientos, etc.

Rudolf Steiner, filósofo clarividente, los describe como seres asombrosamente vivos e inteligentes, que entienden inmediatamente todo lo que perciben y que se interesan mucho al mundo que los rodea. «Poseen un sentido que no solamente les permite ver y oir, sino también que les permite comprender inmediatamente lo que ven y lo que oyen, un sentido que no solamente recibe impresiones, pero que también coge ideas de todas partes. Lo que ven, lo saben al mismo tiempo, ver y saber es para ellos un solo acto. En este sentido, su conocimiento se asemeja, hasta cierto punto, al de los hombres, pero su entendimiento es universal, por eso miran desde arriba el entendimiento de los hombres, que consideran como bastante mediocre.» (21)

Pero tienen posibilidades de intervención muy limitadas en su ámbito, y no tienen relación directa con los hombres. Además, la mayoría de ellos no se interesa al hombre: dirigen esencialmente su atención hacia el medio natural en el cual viven y del cual son responsables, pero sufren precisamente de las degradaciones de este medio, y saben que el hombre es responsable de ello.

¿Ángeles o seres elementales?

En la hipótesis de un origen terrestre de los agroglifos, según la cual estarían entonces creados por seres espirituales ligados a la Tierra, ¿debemos buscar este origen en los seres más evolucionados que nosotros, los ángeles, o al contrario hacia los seres menos evolucionados, los elementales?

Si se considera el aspecto misterioso del fenómeno, que supera nuestras capacidades de entendimiento actuales, tenemos tendencia a pensar que los agroglifos son la obra de seres más evolucionados que el hombre, es decir entidades angélicas. Parece difícil en efecto imaginar que estas obras de arte a menudo espléndidas y que demuestran conocimientos muy elaborados puedan ser creadas por seres menos avanzados que el hombre en la escala de la evolución.

Sin embargo, la ausencia de mensaje explícito en los agroglifos, y un cierto número de observaciones profundas que evidencian imperfeciones, anomalías así como una evolución sorprendente entre las técnicas más sencillas y la complejidad actual, nos hacen pensar al contrario que los autores serían más bien seres inteligentes pero poco evolucionados que se expresan por este medio, sobre todo teniendo en cuenta que Rudolf Steiner describe los gnomos como «seres de entendimiento por excelencia, que tienen la conciencia más nítida que existe». (21)

Esta hipótesis, muy desconcertante a primera vista para la mayoría de nosotros, puede justificarse y validarse examinando sucesivamente varias características de los agroglifos. Pero ello nos pide considerar dicha hipótesis dejando de lado cualquiera forma de orgullo fuera de lugar, y colocándose al contrario en una actitud de humildad ante un fenómeno concreto que nos llama la atención pero que todavía sigue siendo misterioso.

Ausencia de mensaje explícito

Hemos visto que la casi totalidad de los agroglifos son de tipo geométrico y se distinguen así de los dos mensajes de Chibolton y de Winchester. Estos dos últimos van dirigidos al hombre en un lenguage cifrado pero comprensible: el segundo mensaje por ejemplo se expresó en lengua inglesa (con ayuda de los códigos ASCII), que es la lengua más utilizada por el hombre. En cambio, los agroglifos de tipo geométrico son realizaciones en las cuales los autores llaman la atención del hombre y manifiestan su existencia, su presencia entre nosotros, pero se expresan de manera simbólica a través de figuras geométricas, sin utilizar un verdadero lenguage. Es esta ausencia de lenguage además que hace que estos agroglifo sean enigmáticos y que sea difícil para nosotros captar su sentido real.

Esto debe hacernos comprender que estos mensajes no van dirigidos a nuestro intelecto, sino que primero van dirigidos a nuestro «corazón», a nuestra intuición y eso crea toda la dificultad para nosotros. El hombre moderno está acostumbrado a razonar, a reflexionar con su mente, pero estos espíritus no pueden (no saben) utilizar nuestro lenguage para hacerse comprender claramente (no más en francés que en inglés o en español). Esta observación nos lleva a pensar que se trataría más bien de la expresión de seres elementales que de seres espirituales superiores.

Una evolución de la dimensión
y de la complejidad de los motivos

Si miramos el conjunto de los agroglifos (de tipo geométrico) observados en el transcurso del tiempo, nos damos cuenta que estas realizaciones no siempre han sido elaboradas como lo son hoy en día. Durante mucho tiempo – desde hace varios siglos hasta los años 1980 – parece que todos los motivos de los agroglifos se limitaban a círculos simples y de pequeñas dimensiones (algunos metros de diámetro solamente, mientras que actualmente se observan a menudo formaciones de varias centenas de metros).

Círculo aislado - Yatesbury - Junio del 2007
Foto © Lucy Pringle

Esta gran sobriedad o simplicidad de los motivos circulares se acompaña además de una «relativa» simplicidad en las técnicas utilizadas: todos los trigos estaban simplemente tumbados en el mismo sentido al interior de los círculos, alrededor del centro.

Luego, hacía finales de los años 1980, los motivos se enriquecieron agregando a los círculos segmentos rectilíneos. Es la época de la gran confusión cuando se sorprendió a varios hombres creando falsificaciones de crop circles en Inglaterra (se puede observar que esta anécdota es propia a Inglaterra; ¡en ningún otro país se ha sorprendido a ningún hombre creando agroglifos! ¿existen además pruebas de que el hombre haya realizado agroglifos en otros países?). Es en este período que los motivos comenzaron a evolucionar verdaderamente y se volvieron cada vez más grandes, más complejos y más variados año tras año. Se puede observar que quizás esta evolución ha sido necesaria por el descubrimiento de los «falsos» agroglifos, para que las creaciones «auténticas» se diferencien de las supercherías. Es preciso observar también que esta evolución se hizo de manera progresiva, como si los autores hubieran necesitado de un período de adaptación de varios años para afinar sus técnicas.

Tres círculos aislados - Stanton Bridge - Julio del 2008
Foto © Lucy Pringle

Existe entonces una evolución muy clara de los agroglifos en el transcurso del tiempo en cuanto a sus dimensiones, y al mismo tiempo una progresión asombrosa en la complejidad de los motivos representados, desde los más simples hasta los más elaborados.

Pero aunque concentremos habitualmente nuestra atención sobre las formaciones más bonitas y más elaboradas, es cierto también que en nuestra época, en el 2008 por ejemplo y en Inglaterra, un pequeño número de agroglifos auténticos son hoy en día todavía muy simples: círculos o anillos de pequeñas dimensiones (fotos 12 y 13).

Así, si admitimos que los autores de hoy son los mismos de antes, nos es difícil atribuir las realizaciones de los círculos pequeõs y simples a seres muy evolucionados, y parece más bien que la evolución progresiva de los motivos representados traduce una evolución de las capacidades de expresión de los mismos, evolución que no sería compartida por todos.

Esta observación tiende a hacernos pensar que los autores podrían ser seres elementales, más bien que seres de la jerarquía espiritual superior.

Una disparidad de los motivos según los países

Agroglifo formado en Francia (Lorraine) - Marly, cerca de Metz - Junio del 2008
Foto © Josiane Hajduk
Agroglifo formado en Francia (Bourgogne) - Julio del 2008
Agroglifo formado en Francia (Lorraine) - Sarraltroff, cerca de Sarrebourg - Julio del 2008
Foto © Arnaud Thiry
Agroglifo formado en Francia (Drôme) - cerca de Valence - Junio del 2008

Además, es sorprendente observar que, desde que los motivos representados se volvieron más complejos y más espectaculares, todos ellos se concentran prácticamente en un solo país: Inglaterra. Los motivos representados en Francia por ejemplo (fotos 14, 15, 16 y 17), pero también en otros países, son globalmente claramente más simples, aunque haya habido también un inicio de evolución en estos últimos años. Se observa entonces que la evolución de los motivos en los otros países del mundo está en retraso respecto a Inglaterra.

El mismo fenómeno de los agroglifos existe también desde hace mucho tiempo en el sur de África, en Namibia particularmente. En una región de sabana donde la vegetación natural es rara y limitada a hierbas secas, los crop circles se manifiestan en pequeños círculos de algunos metros de diámetro en los cuales la hierba no crece (fotos 18, 19 y 20), el borde de estos círculos está marcado por una mayor densidad de la hierba. Los motivos entonces no pueden ser más simples, puesto que no hay plantas tumbadas pero simplemente ausencia de plantas (en zonas no cultivadas). Este modo de expresión utilizado podría ser considerado como completamente primario y no ha mostrado ninguna evolución. ¡La gente del país, que no comprende este fenómeno misterioso, llama a eso «círculos de hadas»...! Es interesante observar este nombre.

"Círculos de hadas" en Namibia
"Círculos de hadas" en Namibia
"Círculos de hadas" en Namibia

Esta observación, que desmuestra una discriminación entre los países, no parece compatible con la idea de que los agroglifos serían mensajes enviados a la humanidad por seres que pertenecen al nivel de evolución de los ángeles (o más). Nos hace pensar otra vez que los autores de los agroglifos serían más bien seres menos evolucionados que tienen pocas relaciones entre ellos según las regiones del mundo. Podrían entonces pertenecer a la categoría de los seres elementales.

En efecto, según Rudolf Steiner, «los gnomos se caracterizan también por su instinto de independencia y de libertad casi invencible. Toda su atención está dirigida hacia el mundo exterior y casi no se preocupan los unos de los otros. Un gnomo se interesa poco por los otros gnomos, pero en cambio todo lo que le rodea le interesa de una manera prodigiosa.» Esta precisión nos permite comprender la disparidad entre los distintos países (21).

Imperfecciones

Imperfección en el "diamante" - Yatesbury - Agosto del 2008
Foto © John Montgomery

Por otra parte, nos podemos dar cuenta que incluso en las obras mas esplendidas y espectaculares formadas en Inglaterra, una pequeña parte de ellas presentan imperfecciones. Limitándose a las formaciones del 2008 en el Wiltshire, quatro ejemplos pueden ser observados.

Imperfección corregida en el "diamante" - Yatesbury - Agosto del 2008
Foto © Lucy Pringle

El muy hermoso cristal, llamado «diamante», fotografiado el dia siguiente de su realizacion (foto 21), muestra una anomalía entre las franjas alternativamente claras (trigo tumbado) y oscuras (trigo levantado) que envuelvan a este cristal: una de esas franjas es oscura cuando tendría que ser clara. Aparentemente, el trabajo no fue acabado, la obra no está perfecta. ¿Olvido o error? Eso nos hace pensar en la posibilidad de que los autores pudieran haber sido sorprendidos o perturbados y no habrían acabado su trabajo. Pero hay que recordar que, según los testimonios, todos convergentes, de las personas que han podido observar con sus proprios ojos un agroglifo haciéndose, la realización dura solamente unos pocos segundos, lo que induce a pensar que se trata más bien de un error o de un olvido. ¡Además una nueva fotografía del mismo agroglifo cogida algunos días más tarde muestra que el dibujo ha sido completado (cuidadosamente) para areglar precisamente el olvido o el error cometido! (foto 22)

Primera parte de la formación en South Field - Julio del 2008
Foto © Lucy Pringle
Formación completa en South Field, con una imperfección - Julio del 2008
Foto © Daniel Harran
Vista de la imperfección desde el suelo - South Field - Julio del 2008
Foto © Daniel Harran

Observación análoga puede hacerse la magnifica formación a veces llamada «las golondrinas» o «los búhos». Se puede subrayar además que esta formación fue realizada en dos veces, a lo largo de dos noches consecutivas (fotos 23 y 24). En este caso, la primera parte formaba en sí un todo coherente y armonioso, luego, el dibujo fué completado al día siguiente para formar un conjunto mas complejo, con una conexión perfecta entre las dos partes. Gracias al hecho de que el conjunto añadido está formado por varias partes idénticas (varias representaciones de golondrinas), nos podemos dar cuenta claramente, ya sea desde un avión (en el sector abajo y a la izquierda de la foto aérea) o sea desde el suelo, que existe una imperfección en el borde de una golondrina (foto 25). En esta banda, los trigos fueron parcial y irregularmente inclinados, como si hubieran sido tumbados en un primer tiempo, y luego torpemente levantados, cuando debían haber sido dejados intactos. Manifiestamente se trata ahí de un error.

Imperfecciones (líneas en exceso) en All Cannings - Junio del 2008
Foto © Lucy Pringle

En la formación siguiente (foto 26), percibimos claramente une línea fina que se aleja del eje central y no respeta la simetría y la armonía del motivo. Otra línea aparece igualmente arriba a la izquierda de la imagen, y que no parece justificada. Esas dos líneas no pueden corresponder a etapas intermedias de la construcción del dibujo. Parece que realmente son defectos, sobre todo que al no encontrarse fuera de la formación, están entonces ligadas a la realización del agroglifo.

Imperfecciones (parte izquierda de la foto) - Avebury Manor - Julio del 2008
Foto © Gary King

Por fin, en la representación del sistema solar aparecida en un campo de Avebury, los observadores estaban intrigados por una «mancha» de forma mal definida en la cual los trigos fueron plegados de modo irregular (foto 27), cerca de los planetas Neptuno y Urano; ello hace pensar en la representación de un planeta, pero está situada en realidad entre dos órbitas planetarias y no corresponde a nada en el sistema solar. Aquí también, parece que esta «mancha» es en realidad un error, pues una vez que los trigos están plegados, es imposible borrar un error cometido.

Esas pequeñas imperfecciones en la realización material de los agroglifos parecen señalar que sus autores no tienen una maestría absoluta de los métodos empleados, lo que una vez más, va en la dirección de que estos podrían ser seres elementales.

El pictograma de Grasdorf

El pictograma de Grasdorf (Alemania) - 1991
Foto © Michael Hesemann

Es un agroglifo único por sus características, que apareció en Allemania en 1991. ¡Constituye por sí solo un triple misterio!

Fué descubierto en un lugar prehistórico sagrado y está datado de más de 4000 años; los arqueólogos lo describen como uno de los yacimiento prehistóricos y culturales más importantes. Consiste en un conjunto de círculos, de arcos y de una cruz, todo ello reunido por segmentos rectilíneos y midiendo unos cien metros de largo (foto 28). El primer misterio es, por supuesto, la existencia misma de este agroglifo: ¿quién lo ha hecho y porqué?

El pictograma de Grasdorf (Alemania) y el disco de oro puro - 1991
Foto © Michael Hesemann
El disco de oro descubierto en Grasdorf - 1991
Foto © Michael Hesemann

Ahora bien, un investigador que analizaba el lugar de la formación, con un detector de metales, descubrió tres discos metálicos de iguales dimensiones (unos treinta centímetros de diámetro), enterrados en el suelo, en el centro mismo de los tres círculos rodeados de un medio anillo: uno era de oro puro, el segundo de plata pura a 99,9 %, ¡es decir más pura que la plata utilizada hoy en día!, y pesaba casi 5 kilogramos; el tercero era de bronce (fotos 29 y 30). Michaël Hesemann, especialista de los crop circles, a podido estudiarlos de cerca, y los ha expuesto al público en una conferencia en 1992.

¡Pero lo más sorprendente es que en cada uno de esos discos estaba representado el mismo motivo, el mismo pictograma que el que acababa de ser dibujado en el campo de trigo, es decir que el motivo del agroglifo era en realidad une reproducción exacta del motivo representado sobre cada uno de los tres discos metálicos! Y aún cuando se puede suponer que esos discos estaban probablemente enterrados en el suelo desde hace miles de años, los análisis espectrográficos revelaron que la plata y el estaño (contenido en el disco de bronce) provenían de un yacimiento cercano de Grasdorf (el lugar de creación del agroglifo). Esta coincidencia de los motivos constituye por supuesto un segundo misterio.

El tercero misterio es: ¿porqué esos tres discos similares pero en oro, plata y bronce llevaban gravado este mismo motivo? Y ¿quién, qué civilización, ha producido esos discos? Aparentemente una civilización muy antigua presente en esta región de Alemania y que había desarrollado una destreza sorprendente.

Es evidente que esos tres misterios están íntimamente ligados.

Interésemonos primeramente a la cuestión de los autores del agroglifo. Me sitúo evidentemente en el caso de que las informaciones sean auténticas, lo que parecen confirmar los análisis y el estudio realizado por Michaël Hesemann, a pesar de la extrañeza de los hechos. Está claro que esos autores tenían conocimiento de esos tres discos enterrados, olvidados por los hombres desde hace miles de años probablemente. Son entonces seres que tienen la visión de lo que hay bajo tierra, seres cuya visión no está bloqueada por el elemento material tierra, es decir seres espirituales. Y en este caso preciso, los seres elementales ligados al elemento tierra parecen ser los mejor situados para responder a la pregunta. Rudolf Steiner explica que pueden en efecto desplazarse libremente en la tierra, y que a menudo se pueden encontrar cerca de las venas metálicas terrestres, ¡están entonces más atraídos por el elemento metal!

Como son seres inteligentes, es evidente que, con la realización de este agroglifo, quisieron llamar la atención del hombre hacia esos tres discos, llamar nuestra atención sobre ese tercer misterio. ¿Porqué? Volveremos sobre este punto más adelante.

Conclusión

Aunque la hipótesis más frecuentemente aceptada es que los agroglifos serían una creación de los «extraterrestres» que han venido del espacio, hemos querido contemplar aquí la hipótesis de un origen terrestre: la hipótesis de que han sido realizados por seres espirituales que viven entre nosotros y que están ligados a la humanidad.

Existen en efecto un gran número de testimonios diversos sobre la existencia tanto de los ángeles como de los seres elementales: todas las tradiciones humanas conservan numerosas leyendas en las cuales estos espíritus se manifiestan. Su presencia figura en las tres religiones monoteístas: «En el Talmud, libro de la religión judía, los gnomos están considerados como los guardianes de la tierra y de los mundos subterráneos... El Corán afirma que además de los ángeles y de los seres humanos, Dios ha creado los djinns o genios... El libro de Enoch, personaje mencionado varias veces en la Biblia, habla de los ángeles, pero también de espíritus, responsables de los elementos (13)» y el evangelio cristiano hace aparecer un ángel a María. Por otra parte, las personas dotadas de percepciones sutiles (los niños jóvenes en particular) son capaces de percibir e incluso algunos de ver los elementales más densos (gnomos y ondinas quienes se ocupan respectivamente de los elementos tierra y agua). Y por fin los filósofos espirituales hablan abundantemente de esos seres y explican que forman parte de nuestro mundo aunque son invisibles a nuestros sentidos.

Hemos analizado pues las características de los agroglifos de tipo geométrico: la ausencia de mensaje explícito comprensible intelectualmente, la evolución de sus dimensiones y de su complejidad en el tiempo, pero también el hecho de que esta evolución no existe en todos los países, y que a veces aparecen unos errores evidentes en su realización, todo eso nos induce a pensar que los autores son seres inteligentes pero que poseen medios de acción limitados. Esas características no van en favor, y parecen aún incompatibles, con la hipótesis de autores de origen extraterrestre, que serían necesariamente seres muy evolucionados. Proponemos la idea que los autores pertenecen a la familia de los seres elementales.

Según Rudolf Steiner, «los seres elementales son los intermediarios entre la Tierra y el universo espiritual. La evolución experimentada por el hombre en el transcurso del periodo moderno es responsable del hecho de que ya no está en condiciones de percibir estos seres tal y como ve los animales, las plantas, etc. del mundo físico, aunque los podían percibir en los tiempos antiguos. Los gnomos, que son seres ligados a la tierra, son sumamente inteligentes. Son seres de razón por excelencia, y tienen la conciencia más clara. Dirigen toda su atención hacia su mundo exterior, el mundo que les rodea (21)».

Después de esta descripción, podemos comprender que estos elementales tienen en efecto bastantes razones de preocuparse por el comportamiento irresponsable de los seres humanos que ya no tienen respecto por la naturaleza y que destruyen la Tierra, puesto que son los primeros implicados. ¡Por eso decidieron manifestarse!

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS (para esta página):

13 :  Christopher VASEY - Gnomes, elfes, dieux de l'antiquité : mythe ou réalité ? (Collection Monde du Graal).

14 :  Marko POGACNIK - A la rencontre des êtres élémentaires (Ed. Mouvement de Culture Bio-Dynamique).

15 :  Christine BEUSCH - Nous existons ! Dans l'intimité des êtres élémentaires (Ed. Triades).

16 :  Pierre JOVANOVIC - Enquête sur l'existence des anges gardiens (Ed. J'ai Lu).

17 :  Rudolf STEINER - Les hiérarchies spirituelles et leur reflet dans le monde physique (Ed. Triades).

18 :  Rudolf STEINER - Les entités spirituelles dans les corps célestes et dans les règnes de la nature (Ed. Anthroposophiques Romandes).

19 :  Patrick J. PETRI - Connaissance initiatique 3 - Êtres élémentaires & entités angéliques (Spiritual Book France).

20 :  Rudolf STEINER - Les Êtres élémentaires (Ed. Anthroposophiques Romandes).

21 :  Rudolf STEINER - L'homme, les animaux et les esprits élémentaires (Ed. Triades).

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